Arena fina, dorada, con una longitud de más de 600 metros y un pinar para rematar el conjunto, este es otro de los paraísos que puedes encontrarte si te sales de las playas convencionales.

La tranquilidad está asegurada a pesar de que justo allí hay, a pie de playa, un camping y un hostal. La sensación es de disfrutar de un lugar no muy conocido, donde el trato con la gente, tanto la local como las personas que disfrutan allí sus vacaciones, es sumamente agradable. Un oasis para el relax.

Curiosamente y a pesar del maravilloso día que hacía ayer, no había mucha gente en la playa y tengo la impresión de que debe de ser así casi siempre.

Las vistas son fantásticas: enfrente Muxía, un poco a la derecha, Camariñas; a tu espalda un espléndido pinar, enfrente el mar.

No lo pude comprobar, pero me han dicho que las puestas de sol desde allí son preciosas. Volveré con más tiempo.

Si te gusta hacer rutas, allí hay las mil y una. Tanto para bicicleta como para caminar, incluso para recorrer estrechas carreteras en coche, las posibilidades son infinitas.

La comida, especialmente si te gusta el pescado o el marisco, es para no perdérsela. Te encontrarás atrapado y dubitativo entre tantas opciones deliciosas.

Si os animáis a ir hasta allí, no quedaréis defraudados, sino todo lo contrario. A la vuelta, estaría genial que me contaseis vuestras impresiones.

Atardecer en Playa Lago

¡ A disfrutar, que es verano ¡!!

Texto y Fotografía: Vázquez Louise

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