La Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela, situada en el monte Gaiás a unos 2 kilómetros de la ciudad fue diseñada por Peter Eisenman. El enorme proyecto inicial que comenzó a construirse en el año 2001 se articulaba a través de calles, soportales y una gran plaza central que comunica todo el complejo. La idea era que se disfrutase de la programación de cada edificio, tomar un café o simplemente pasear.
Desde el año 2001 dicho proyecto y obra ha caminado a través de diferentes vicisitudes, incrementos de presupuestos y paralizaciones de obra, además de haberse suprimido algún edificio del proyecto que finalmente no se construirá.
En este post y dada la controversia que la Ciudad de la Cultura provoca en la mayoría de los gallegos y los que no lo son, solo quiero focalizar en 2 esculturas que se pueden ver actualmente, ya que están finalizadas; no sucede así con el resto del gigantesco proyecto.
Escultura denominada Singularidad.
Esta bola inmensa compuesta por libros es una pieza que se llama Singularidade en gallego.
La obra es de Alicia Martin una artista que utiliza los libros para sus trabajos. La bola con un agujero en el centro, semeja un agujero negro y es una invitación a la reflexión sobre el exceso de información de que se dispone en la sociedad actual.
Habría mucho que discutir sobre ese tema y si la información a la que se refiere la creadora es real o sesgada; si las personas a las que llega la información la llegan a procesar o si con capaces de ello. El debate que podría salir de ahí sería bastante largo, pero eso es lo que la artista sugiere. De hecho la bola es un remolino.
Esta pieza escultórica, junto con otras más, formó parte de una exposición efímera que finalizó en Abril del 2012.
Se pensó en comprar alguna pieza para el enorme espacio que es la Ciudad de la Cultura y se eligió la mencionada, que según nos explican “interactúa bien con el entorno”.
No estaba previsto que los visitantes del Gaiás manipulen los libros de la escultura, los firmen, pinten y escriban sobre ellos, frecuentemente con una inspiración cero o incluso peor, gamberrismo o ausencia de gusto.
De hecho, la guía que nos acompaña en el recorrido nos dice que la escultura, Singularidad no se concibió para que el público hiciese eso : “Fue algo totalmente espontáneo e inesperado”.
Cuando empezaron las pintadas y mensajes en los libros, se pusieron en contacto con Alicia Martín, pero la artista lo vio como un “diálogo entre los visitantes y la Ciudad de Cultura a través de la bola”.
La respuesta de la autora es una lectura interesante, aunque finalmente lo que se puede ver escrito no son precisamente pensamientos profundos o mensajes que aporten algo, sino más bien lo que cualquiera puede ver en los árboles, murales o baños de cualquier lugar. Al menos yo no considero que nadie dialogue conmigo con las pintadas en la puerta del baño de una discoteca (típico sitio donde la gente suele escribir, aunque desconozco la razón).
De todos modos, si alguien que visite el Gaiás, tiene mucho interés en escribir: viva mi región o Pepe te amo para siempre, la lectura oficial es que el mensaje es bienvenido. Lo dicho, una interrelación visitantes-cultura.
Torres Hejduk
Dichas torres fueron diseñadas en 1992 por el arquitecto John Hejduk (1929-2000) como torres botánicas para el parque compostelano de Belvís, donde albergarían actividades pedagógicas complementarias al jardín, aunque no se llegaron a realizar.
Tras la muerte de Hejduk, Peter Eisenman decidió recuperar el proyecto de su amigo y compañero en The New York Five -grupo que mejor representa el espíritu del neo-racionalismo arquitectónico- y propuso su construcción en la Ciudad de la Cultura.
Las torres, ya construidas, se integran por tanto en el complejo de la Ciudad de la Cultura, aún en construcción. Están situadas hacia el sur, muy cerca de la biblioteca y del futuro parque forestal que incluye el proyecto.
Son dos piezas escultóricas iguales, aunque se diferencian en los acabados. Tienen forma de prisma y 20 metros de altura, terminando en una especie de larga chimenea. Están construidas sobre estructura metálica, una de ellas recubierta en vidrio, la otra se revistió en piedra.
Si se miran desde lejos, sus siluetas semejan réplicas abstractas de las torres de la Catedral que se pueden ver desde el Gaiás. Curiosas interpretaciones de los arquitectos.
En resumen, las piezas escultóricas mencionadas, tanto Solidaridad como las Torres Hejduk en la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela, y a pesar de las críticas vertidas anteriormente, tienen ambas su encanto, especialmente si te gustan las piezas contemporáneas.
Mas entradas (post) sobre Santiago de Compostela:
Peregrinos y Peregrinaciones, su museo.
Texto y Fotos: Luisa Vázquez
Fotos tomadas en Noviembre 2015
NUESTRO FACEBOOK, PINCHA AQUI : https://www.facebook.com/pages/Si-Soy-Gallego-por-Qu%C3%A9-Lo-Preguntas/1577215459185038