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Natural de Galicia o relativo a esa comunidad autónoma.

LAS TORRES DE MEIRÁS, Ayuntamiento de Sada

Cotidianamente no somos conscientes en nuestro diario caminar sobre quienes han pisado el mismo suelo que ahora pisamos. Quizá por eso, cuando somos conscientes, nos interesa profundizar en los antecedentes.

Los antecedentes de lo que serían las Torres de Meirás, se remontan al Siglo XIV en el que Roi de Mondego erige en ese espacio, una fortaleza. No en vano el sitio es lugar privilegiado desde el que se divisa la costa de Sada.

Debido a los devaneos históricos, los franceses habían incendiado la fortaleza en el siglo XIX durante la guerra de la Independencia española.

El antecedente inmediato de las Torres, fue una construcción que se denominaba la granja de Meirás y que pertenecía a la familia de Emilia Pardo-Bazán. Allí pasaría los veranos hasta que doña Emilia, emprende la construcción de las ya famosas Torres.

La Granja de Meirás

Me estoy refiriendo a la hiper polifacética Emilia Pardo-Bazán y de la Rúa Figueroa, (1851-1921) nacida en Marineda, como a ella le gustaba denominar a la Coruña: novelista, periodista, ensayista, crítica literaria, poetisa, dramaturga, traductora, editora, catedrática, conferenciante, introductora del naturalismo en España, una máquina, vamos.  

Las Torres fueron un proyecto personal, en el que la acompañó su madre, ideando elementos arquitectónicos decorativos que muchos quebraderos de cabeza le traería, como suele ocurrir con todas las obras pero en especial estando a cargo y siendo mujer.   

Se comenzó la edificación en 1893. Consta de 3 torres de planta cuadrada, en forma de almenas. Las dos más bajas, servían como zona de vivienda. En esa misma zona se sitúa la capilla.

Las torres se conciben como lugar de ocio y de trabajo, con decoraciones talladas en piedra. La realización de la obra duraría hasta 1910.

En la torre más alta y denominada Torre de la Quimera, se instaló la gran biblioteca que poseía la familia y era el lugar favorito de doña Emilia a la hora de escribir.

El balcón de las musas

La fachada está adornada con escudos y blasones de la familia, además de otros elementos decorativos.

Torres de Meirás

La boda de Blanca, hija de la escritora, se celebra en la capilla de las torres y al mismo tiempo se inaugura.

Capilla de las Torres de Meirás

Pasarán años y será en este edificio donde doña Emilia escribirá Los Pazos de Ulloa, La Tribuna y Madre Naturaleza, entre otras obras.

No ha sido la figura de la Pardo Bazán, como coloquialmente se la conoce, reconocida como realmente le corresponde, ya que ha sido una de las grandes de las letras españolas.

Recientemente, en el aniversario del 100 aniversario de su fallecimiento, tuve la ocasión de asistir a una exposición sobre su vida y obra donde se mostraban muy diversos aspectos, además de mostrar documentalmente el fuerte boicot que sufrió por parte de otros literatos de la época, además de ataques personales.  

Fue precursora y defensora de los derechos de las mujeres. Defensora asimismo de que cada persona debería desarrollar las tareas para las que estuviera capacitada sin tener en cuenta la diferenciación por sexos.

El libro La cuestión palpitante (1883), resumen de artículos que ya habían sido publicados, causó un gran revuelo, tanto que su marido, horrorizado, le pidió que dejase de escribir. A raíz de estos episodios, fue considerada una escritora rebelde y provocadora.

Llegaría a un acuerdo de separación de su marido en 1885. Esto da una idea del carácter e indomabilidad de la señora.

Todas estas cosas y muchas más, pasaban a la sombra de las Torres de Meirás.

Allí encontraba tranquilidad e inspiración, por eso se denominó a esta zona, El Balcón de las Musas.

En el hall de entrada, se colocó una vidriera con todos los apellidos de la familia, al final de la escalinata que lleva a la primera planta.

Por este emblemático lugar pasaron y disfrutaron muy diversos personajes: personalidades de las artes, la política y la realeza, atraídos por la figura de la escritora, ya por aquel entonces un referente en la narrativa realista de Europa.

En los jardines de 60.000 metros cuadrados se disfrutaba de un ambiente culto y refinado.  

Bien poco duraría el disfrute de la larga obra de construcción. Conmemoramos en 2021 el centenario de su fallecimiento, en Madrid, razón por la que no pudo ser enterrada, como era su deseo, en el precioso sarcófago de la capilla de las torres.

Sarcófago Capilla Torres Meirás
Torres de Meirás

Una serie de acontecimientos desafortunados, en relación a los hijos de la Pardo Bazán, y que los voy a obviar del relato, hacen que las Torres lleguen a la “Junta Pro-Pazo del Caudillo” y se compra, para el estado, a la heredera de las Torres lo que posteriormente se denominaría Pazo de Meirás.

En el acuerdo de venta se había acordado que la biblioteca de la escritora seria retirada por los herederos de la Pardo Bazán; no fue posible, las autoridades franquistas nunca abrieron las puertas para que pudiese retirarse el ingente acervo cultural.

Desde el momento de la compra, comienza el cambio del entorno de las Torres, jardines y aledaños para adecuar el espacio al que sería posteriormente, jefe del estado.

El ahora denominado Pazo se entrega a Franco en calidad de Jefe de Estado, aunque él quiso que se entregase a título personal, para lo cual a pesar de que había sido comprado por la “Junta Pro-Pazo” en 1938, se simula una compra en 1941. No obstante, durante toda la dictadura el Estado consideraría el pazo como residencia oficial de verano del dictador y se trataría como propiedad pública.

Por otro lado, los Franco irían llenando la finca con elementos del patrimonio cultural gallego que ordenaban trasladar a Meirás: pilas bautismales románicas, como por ejemplo la pila bautismal de Moraime, en las inmediaciones de Muxía. Estatuas del pórtico de la Gloria de la escuela del Maestro Mateo, hórreos de diferentes zonas de Galicia que no se corresponden con los hórreos propios del área de las Torres, amén de escudos heráldicos de muchas partes de España, ya que no se corresponden con escudos de casas gallegas.

Se trasladaron piedra a piedra y se colocaron en los jardines de Meirás, cientos, cuando no miles de piezas procedentes del Pazo de Dodro para embellecer Meirás: balaustrada, escaleras, fuentes y otros adornos enriquecieron el entorno, por lo que no hay una correspondencia entre el estilo de las Torres y el estilo del resto de piezas en el jardín.

Los 60.000 metros cuadrados iniciales se convirtieron en 100.000 metros cuadrados de jardín, expropiando, a veces sin pagar, todas las fincas colindantes y para conseguir una propiedad rectangular. A esa propiedad se le dotó de un amurallamiento adecuado a la labor que desempeñaba, así como unas almenas de vigilancia que antes no tenía.

De la original Granja de Meirás, únicamente queda en pie un edificio que para nada podemos dilucidar cómo era en la época de la escritora, ya que el edificio fue usado como parte administrativa en época de Franco y se procedió a diferentes reformas.

En 2008, las Torres de Meirás se declararon BIC, Bien de Interés Cultural; anteriormente se había comenzado a mover la maquinaria judicial para revertir la propiedad de manos de los herederos de Franco al patrimonio estatal.

Únicamente y como comprensión del por qué ahora la propiedad ha vuelto a su legítimo dueño, el Estado, solo apuntar que después de un proceso judicial ha quedado demostrado que Meirás se cedió a Franco no a título personal sino a título de Jefe de Estado. Por esta razón desde la sentencia del año 2020 que así lo declara, se vienen preparando las visitas que ahora se realizan a las Torres de Meirás para conocer el origen, desarrollo y vuelta a manos públicas de una propiedad que, desde la compra a los herederos de la Pardo Bazán, ha sido siempre pública.

Queda por dilucidar judicialmente la propiedad de los enseres que actualmente hay en Meirás en fase de discusión legal, razón por la que únicamente se visita el hall de entrada y la capilla, además del entorno y los jardines.

La visita merece la pena y la recomiendo, especialmente por recrearnos en el imaginario de revivir los lugares donde fueron creadas obras literarias importantes, además de haber sido centro de cultura en su pasado más lejano. Con el devenir de los tiempos, el entorno fue testigo mudo de muchos otros acontecimientos, ya no literarios, sino políticos. Todo ello, conjuntamente, hace del lugar un sitio imperdible para una visita.

Personalmente espero que los nuevos vientos le sean propicios a las Torres de Meirás en su nueva y recién estrenada singladura, ya que es un lugar de singular belleza.

Muchas otras sorpresas os esperan, si os animáis a la visita, que por cierto, hasta el momento, es totalmente gratis.

Se puede visitar reservando en este enlace:

https://pazodemeiras.sada.gal/

Mientras tanto, y para finalizar, en el centenario “do pasamento”, de doña Emilia Pardo Bazán, mi entusiasta recomendación de repasar sus escritos ya que resultan sorprendentemente actuales.

Sugerencia: Puerto deportivo de Sada, un trocito de cielo

Texto y Fotos: Luisa Vázquez

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Cuando las palabras no salen: Santiago-Valparaiso (Chile)

He estado demorando demasiado este post que quería haber hecho en Febrero, después del regreso de mi periplo por Chile y más: las palabras no salían, los sentimientos me colapsaban y lo que escribía no me gustaba. Incluso ahora creo que será largo y…………..ya veremos que sale.

Hoy decidí que no debía esperar más, saliera lo que saliera y aquí estoy dándole a la tecla y lo que viene a mi cabeza son sensaciones y sentimientos, emociones; para nada relatos de paisajes, museos, gastronomía, etc.

Escojo un día como más representativo de lo que fue mi estancia en el país del Cono Sur Americano. Es importante porque esa jornada repleta de bromas, risas, visitas, encuentros, actividad, es lo más parecido a un resumen de mis vivencias allí.

Viajo sola, por aquello de “o bien acompañada o sola”;  por mi cuenta y con un programa diseñado por mí, que es lo que más trabajo da, la organización de donde ir, por cuanto tiempo y qué ver, que disfrutar, teniendo en cuenta que si algo me gusta amplio el tiempo de estancia, que ya lo reduciré en otro lugar no  tan apetecible: una organización flexible, vamos.

Mi primera intención era, después de conocer Santiago de Chile ir a Valparaíso sin más, pero vi que en el hotel donde me alojaba ofrecían una visita guiada de un día con desplazamiento a Viña del Mar y Valparaíso a un precio mejor que el desplazamiento sin más. Me apunté.

Mis expectativas no eran altas, un tour guiado para poder situarme en las dos ciudades y al final del día, previo acuerdo, me dejarían junto con mi equipaje en el hotel de Valparaíso.

115 kms.separan las dos ciudades, lo cual supone hora y media de viaje. Hicimos una parada cuando nos acercábamos a Viña del Mar, en la que no percibí que hubiese ningún tipo de cohesión en el grupito de excursionistas. Me fijé en una chica rubia, alta, que se movía como pez en el agua entre todos nosotros, manteniendo conversaciones con alguna gente.

La llegada a Viña del Mar y visita al lugar donde se celebra el famoso festival de la canción comenzó a revelar cómo irían las cosas. La rubia Victoria, sin cortarse, haciéndose selfies con algunos del grupo, entre los que me encontraba. No deja de asombrarme este tipo de comportamiento porque alérgica como soy a las fotos (a hacérmelas) y mucho más a los selfies, aunque participé, debo admitir que no dejaba de admirarme cómo lo hacía, es decir, con desparpajo y naturalidad.

Seguimos visitas y paradas. Ya en aquel momento la gente interactuaba entre sí, confesaba nacionalidades y compartía informaciones más personales.

1.Pablo Neruda y Gabriela Mistral.

Homenaje a Gabriela Mistral y Pablo Neruda, ambos Premios Nobel de Literatura. Viña del Mar

2.Isla de Pascua.estatua de piedra monolítica Moai

Estatua Moai procedente de la Isla de Pascua. Viña del Mar

3.Oceano Pacifico.

Océano Pacífico, de pacífico nada. Playas donde no está permitido bañarse por su peligrosidad

4.Viña del Mar. Pelicanos.

Colonia de Pelícanos en Viña del Mar

En otra parada más larga, una de las playas que baña el Océano Pacífico, dio para café y charleta, al mismo tiempo que empezó a cuajarse de forma natural un curioso grupo que tenían como hilo conductor los estudios y las profesiones de cada uno. La charla estaba de lo más animada, cuando llegó la hora de volver al autobús e ir a comer.

5.Restaurante Viña del Mar.

Viña del Mar, restaurante donde compartí tan buenos momentos con «mi gente linda»

En el restaurante y de una forma natural el grupo se dividió en dos, por afinidades. Creo que la mejor forma de describirlo es: los que disfrutábamos compartiendo conversaciones, vivencias, filias y fobias y los que en mesa aparte optaron por no relacionarse más que lo imprescindible.

Los grupos estaban más que claras: los que no callábamos ni debajo del agua y los que enmudecieron. Como diría después el simpático peruano Raúl: “el grupo hace la diferencia”, frase que quedó acuñada, era la descripción exacta de lo que sucedía.

La comida fue tan animada y divertida que hubiésemos pasado tranquilamente de visitar Valparaíso. Pero “the show must go on” (el espectáculo debe continuar) y seguimos el periplo en Valparaíso, sin parar de charlar tanto en el bus como en las paradas.

Hubo un pequeño problema entre los que utilizamos la palabra “coger” como describe la RAE : Asir, agarrar o tomar algo o a alguien.(y muchas acepciones más) y los uruguayos, argentinos, etc. que le dan un doble sentido y no la utilizan. Cuidadín con la palabra, ¡que cruz andar evitándola!!!

La rubia alta, Victoria, uruguaya ella, es de las que no utilizan la palabra “coger”, pero eso no impidió que en medio de todo el jolgorio que llevábamos, crease un grupo de Whatssapp con los marchosos del grupo del bus que denominó jocosamente: “Ve y cógelo”. A día de hoy seguimos en contacto.

6.Reloj Floral Viña del Mar.

El famoso reloj floral de Viña del Mar, regalo de varios países (la maquinaria del reloj:Suiza)

El resto de la visita a Valparaíso estuvo plagado de anécdotas entrañables, como por ejemplo cuando tanto Victoria como Raúl vinieron detrás de mi (me había ido a mi aire, como es mi costumbre) en el puerto de Valparaíso, para que no me pasase nada, ya que “habían visto unos señores muy feos”, frase que suelen utilizar con frecuencia por aquellos lares y que me hace mucha gracia. Ese fue el buen rollazo que se creó aquel día con aquella gente tan entrañable.

12.Puerto de Valparaiso.

Parte del puerto de Valparaíso desde mi balcón

También hubo tiempo para que me tomasen el pelo, ya que Valparaíso, situado en la ladera de unos cerros, tiene la característica de que sus calles son tremendamente empinadas y sus habitantes, estoy convencida, tienen poderosas piernas musculadas sólo por el hecho de tener que acceder a sus viviendas cerro arriba. Decía la rubia chungona: Luisa, ¿cómo te las arreglaste para subir hasta tu hotel los días que pasaste en Valparaíso? Pues, haciendo trekking, por supuesto. Jaja. Que conste que para subir algunos tramos hay ascensores, eso sí, de pago. Así es la cosa allí.

11.Valparaiso. Casas que suben hasta el cielo.

Las calles de Valparaíso que suben hasta el cielo

10.Ascensores para subir el primer tramo del cerro.

Vista parcial de uno de los cerros con un ascensor a la derecha (se ven los raíles)

9.Valparaiso. Mural en un garage.

Mural en la puerta del garage de una casa

8.Artesania de Valparaiso.

Profesionales Manos Maestras recrean las edificaciones de Valparaíso

17.La Sebastiana.

La Sebastiana, vivienda de Pablo Neruda en Valparaíso. Casa y vistas compiten en belleza

En un mundo que con frecuencia percibimos deshumanizado y donde cada cual va a lo suyo, reunirse un grupo de gente tan especial es realmente reconfortante. En una medida importante la conjunción de gente intrínsecamente buena, de buen corazón y por otro lado de un buen nivel cultural, se suele obtener un plus en todos los aspectos. Los dos elementos son importantes en la ecuación.

Con esos dos elementos, frecuentemente se es más capaz de manifestar pensamientos y sentimientos por encima de nacionalidades, creencias, razas, edades………………. y se propaga un clima de cordialidad, entendimiento y complicidad en el disfrute difícil de explicar.

Fue triste la despedida. Había sido un día tan espléndido e intenso en emociones que cuando me dejaron en mi hotel pensé: los voy a echar mucho de menos, que pena que se acabe. Me los llevaría conmigo durante todo el viaje.

Llegué al hotel, situado en lo alto de un cerro, ¡que buena elección!. Las vistas desde allí son espectaculares. El hotel-boutique Alto Mirador es una hermosa construcción de 1906 reconstruida. Posee además piscina, sauna y unas terrazas sobre el puerto y para ver las puestas de sol maravillosas.

Si todo eso no fuese suficiente, su personal es, además de atento y encantador, entrañable. Guardo un magnífico recuerdo del hotel, pero muy especialmente de la gente que allí trabaja. Te informan, te cuidan y te hace sentir mejor que en tu propia casa. Es un establecimiento de lo más recomendable.

7.Hotel Boutique Alto Mirador.

Pequeño y confortable Hotel Boutique Alto Mirador

Al finalizar el día, pero no menos importante, simplemente estoy relatando los hechos por orden, el encuentro con mi amiga de Facebook María Rosa. ¡Madre mía, nunca pensé que llegaría a conocerla!.

Cuando planifiqué el viaje estaba segura de que no la conocería ya que yo la tenía situada en Antofagasta y el norte de Chile no estaba en mi itinerario. Pero, ¡oh sorpresa!, María Rosa estaba viviendo en la zona de Valparaíso, así que quedamos y llegó a mi hotel con regalos mil: botellas de excelente vino chileno, llaveros, imanes con el nombre de la ciudad…………..y lo mejor de todo, un libro de poemas escrito por ella misma, que fui desgranando con gran placer a lo largo de mi viaje. Todo un descubrimiento sobre mi amiga en la distancia.

No fueron los regalos lo que me emocionó de María Rosa, aunque fue una abrumadora cascada de cosas que consigo traía, sino su dulcísima voz, su personal encanto, su mente de mujer que sabe de donde viene a donde va y cuales son las cosas importantes de la vida, sin obviar espinosos temas de la vida cotidiana que a todos nos afectan: política, religión, prestaciones sociales, amores y desamores, etc. que de todo un poco hubo en aquella intensa conversación.

Es fácil “ser amigos” por el Facebook, (una etapa en la que admití indiscriminadamente como amigos a gente que no conocía de nada, pero que cerré hace tiempo), no tan fácil ni frecuente, comenzar a conversar con una persona que realmente desconoces, como si la conocieses de toda la vida. Y eso fue lo que sucedió con María Rosa. La interacción fue tan fácil y normal que parecíamos amigas de toda la vida.

Auténtica, comprometida con muchas causas, fuerte carácter e ideas muy claras envueltas en un rítmico y dulce sonido de su espléndida voz. Voz que fue descubierta hace mucho tiempo y ha sido utilizada en videos para descripciones como voz en off.

Cenamos en un encantador restaurante muy original, con bonitos murales que hicieron más inolvidable nuestra amena charla.

La despedida tampoco fue fácil. ¡Qué pena no disponer de mucho más tiempo para compartirlo con ella, con sus vivencias, con sus explicaciones sobre el país!!

Como decía Raúl, que a la hora en la que me despedía de María Rosa, ya estaría de vuelta en Santiago de Chile, el grupo hace la diferencia; en Chile fue muy cierto.

16.Valparaiso. Miles de murales.

Valparaíso, Patrimonio de la Humanidad, la ciudad de los murales. Los hay por centenares

13.Valparaiso.Casas mentirosas.

Valparaíso, las casas mentirosas: un piso por delante, 3 o 4 por atrás.

14.Casas colgadas en los cerros de Valparaiso.

El cerro a la caída del sol, escalera de casitas y murales donde no se perciben las calles

15.Valparaiso atardecer.

Valparaíso al atardecer desde mi ventana

 

Más adelante, otro día, en un desplazamiento en taxi, el taxista me preguntó qué me había gustado más de Chile. Sin pensarlo, ni un segundo, le respondí: lo que más me ha gustado de Chile son sus habitantes, los chilenos, sin dudarlo. Se quedó bastante perplejo, no esperaba esa respuesta esperaba algún monumento, paisaje, incluso gastronomía. Mi respuesta, aunque inesperada, le alegró.

Me enamoró Chile, su gente, su amabilidad, su dulzura; que alguien te llame “corazón” sin conocerte de nada, cuando te está indicando una dirección me extrañó en el momento, pero posteriormente, al recordarlo, me pareció tan bonito. También me enamoró la gente que, sin ser chilenos, conocí en Chile. Mi recuerdo de ese país y sus gentes nacionales o foráneas, está ya grabado en mi cerebro de manera indeleble.

El grupo “Ve y cógelo” tiene planes para volver a viajar juntos. Si, amigos, “el grupo hace la diferencia” ¡ y tanto que la hace!. La diferencia es la maravillosa gente que un día por azares del destino, se reúnen en un mismo lugar y surge una reacción similar a lo que debió de ser el Big Bang en su momento, pero en pequeñito, jaja. Porque lo importante son las personas, las buenas, por supuesto.

9.1.Valparaiso.Murales.

Valparaíso, un mural muy simpático y naif

Para finalizar, este es un post que le debía a “mi grupo”, “mi María Rosa”, “mi gente del Hotel Boutique Alto Mirador” y por supuesto a “los chilenos” dulces, amables, serviciales y protectores que me encontré durante mi estancia en Chile. No pararon de cuidarme a pesar de no conocerme. Un placer haber estado en ese país, de corazón. Únicamente espero no haber sido demasiado “pastelosa” en mi relato, pero es lo que sentí y lo que aún siento.

 

Texto y Fotos: Luisa Vázquez

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No todo es para tirar, tiradores

Largo tiempo sin aparecer por aquí, pero el tiempo no estira y yo soy la que necesita un estiramiento, pero que me lo haga un profesional y me deje bien estirada y como nueva que estoy hecha puré. ¡ Fijaos que en este momento firmaría porque alguien QUE SUPIESE LO QUE HACE ( ¡Ojo! ) se colocase de pie encima de mi espalda y me la masajeara con los pies de manera contundente, estilo masaje Tai. Así estoy de hecha puré. Bueno, esto no va de estiramientos sino de algo muy diferente, pero era una manera de compartir por qué he aparecido poco por éste mi lugar de chacharear con vosotros que me leéis.

Dice un amigo que yo soy aficionada a meterme en charcos. Jaja, me río porque él se ha metido en uno mucho mayor que el mío. Siempre lo de uno se mira con otros ojos. Pero si, tiene razón, estoy metida en un charco y no es pequeño.

Hace un año comencé una aventura que creí podría rematar en un año; ha pasado más del año y no hay manera de terminarla. «La supuesta aventura» es rehabilitar una casa. Ahora ya no es una aventura, sino que es un dragón que escupe fuego en forma de problemas mil sin tregua.

No voy a describiros todo lo acontecido, una pesadilla, y ¡quién sabe lo que vendrá!, pero yo en todos mis tiempos libres me he dedicado a ir poniendo mi personal granito de arena en forma de trabajos que puedo hacer porque se me dan bastante bien y además no me cuestan una fortuna.

Se me ocurre que quizá a alguno de vosotros pueda interesarle o le salte la chispa de ponerse de bricolaje a raíz de esta historia.

Voy a compartir con vosotros la re-utilización, previa restauración de los tiradores de armarios, que continuará con la restauración de las manillas de las puertas.
Esos tiradores y manillas que con el tiempo y la humedad (más en una casa deshabitada durante años) se ponen penosos.

Cuando lo comenté (a amigos) me lo desaconsejaron diciendo que: bah, total ahora hay unos baratísimos y no te compensa todo ese trabajo. Yo, soy un poco terca y erre que erre que los recupero y hay dos razones para ello: una, porque los tiradores me gustan: son muy lineales, sin estridencias como me gustan a mí; dos: porque son de muy buena calidad, cosa que ya no es frecuente en un mercado que todo está hecho para que dure lo menos posible, lo que se llama la obsolescencia programada.

Me puse al tajo. Leí tutoriales mil, se me puso la cabeza como un bombo y terminé yendo a una droguería especializada, de esas de toda la vida y les expliqué lo que pretendía. Me dieron dos opciones para que probara, comparto la que estoy utilizando, no voy a marear la perdiz más de lo necesario.

Lo siguiente era que el trabajo no resultase largo, cansino y agotador, así que sopesé cómo llevarlo a cabo.

Así estaban los tiradores antes de comenzar la tarea.

4.Tiradores oxidados.

Tiradores de los altillos y armarios en estado lamentable

5.Tirador grande.

Tiradores de armario oxidados, penosos

Después de descartar uno de los productos, me puse con el producto que estoy utilizando y os relato una manera breve y eficiente.

Productos:

  • Decapante dexosidante
  • Lana de acero 3 Ceros
  • Barniz antioxidante para metales

 

Estos son los productos que estoy usando, que ni sé si son los mejores, quizá vosotros encontréis otros de otra marca y el resultado puede ser el mismo.

Realización:

  • Vacio el contenido del decapante en un tarro de cristal.

Introduzco los 6 tiradores del armario juntos y los dejo allí durante todo el tiempo que me dedico a lacar las puertas de los armarios (tarea que ya estoy terminando).

6.Inmersion en decapante.

Pasadas unas 4 horas, que pueden ser menos, y siempre utilizando guantes de latex porque el decapante contiene productos agresivos, voy sacando los tiradores de uno en uno y frotando con la lana de acero. La lana tiene la función de desincrustar el barniz que previamente tenía el tirador. Con la larga inmersión en el decapante el verdín ha desaparecido. Solo hay que fijarse en que no quede ni rastro del barniz anterior y se procede al lavado de la pieza. Mejor si es con agua caliente, ya que los tiradores quedarán más brillantes.

Se secan con una gamuza suave o con papel de cocina (que es lo que yo hago) y quedan maravillosos.

  • La lana de acero de 3 Ceros o 4 Ceros es para no rallar el latón o bronce

7.Tiradores limpios y sucios.

Tiradores limpios a la izquierda y antes de limpiar a la derecha

8.Tiradores antes de barnizar.

Los tiradores después del decapado y lavado, con mis dedos reflejados en el del medio

  • Barniz: Para abreviar este paso también, vacié el contenido del frasco de barniz en otro recipiente.

9.Recipiente para barniz.

Recipiente plástico, con tapa, en donde vertí todo el contenido del frasco de barniz

Una vez limpios y secos los tiradores, los atornillo con los tirafondos oxidados de cuando los quité del armario, ya que cuando los coloque de nuevo en el armario los tirafondos serán nuevos.

El último paso es que en lugar de barnizar con una brocha, barnizo por inmersión, fácil y rápidamente. Se inclina el tirador para que resbale el exceso de barniz y se ponen a secar.

10.Barnizado por inmersion.

Atornillo los tiradores con los tirafondos originales que desecharé cuando los coloque

Previamente, había preparado un tablón haciendo agujeros con las medidas de los tiradores para poder poner a secar varios tiradores a la vez. Se hace con un taladro de una manera rápida. Además al poder agarrarlos por los tornillos quedan perfectos.

Y este es el resultado de la operación.

11.Secando el barniz.

En un tablón se realizan unos agujeros del tamaño apropiado y se dejan secando

Ya estoy colocando los tiradores en su sitio y quedan geniales, como salidos de fábrica, además de no tener problema con las medidas de los agujeros de las puertas de los armarios.

12.Tirador en puerta.

El primer tirador colocado en el altillo del armario

Os aconsejaría que si os decidís a hacer este tipo de restauración la dividáis en varios días, ya que es más llevadera, especialmente las manillas de las puertas.

También comentaros que si no os gusta el color dorado, ahora se llevan más los metalizados inox (modas), se pueden barnizar en metalizado o incluso en color. Ahí cada uno con su gusto.

Finalmente, ¿Por qué decidí hacer este post ?. Porque todos los posts que encontré cuando yo quería iniciar este proceso me parecieron complicados y farragosos. Espero que este sistema os resulte sencillo, práctico y rápido. El resultado os aseguro que os llenará de satisfacción y finalmente sale más a cuenta que unos nuevos.

 

Texto y Fotos: Luisa Vázquez

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Momentos indescriptibles

Hay varios temas que me revolotean por la cabeza sobre los que escribir, pero he concluido que quizá necesito/emos un momento de reflexión y calma. Un estar contigo mismo y tus verdaderos pensamientos y sentimientos, esos que quizá no le cuentes a nadie o sólo a una persona muy cercana a ti.

Y viajo, me voy a Roskilde, Dinamarca, donde estuve en junio del año pasado y cuyo recuerdo me sugiere amabilidad, paz, tranquilidad.

Sabía lo que quería ver en la ciudad danesa pre-cristiana, no en vano hago los deberes antes de viajar, pero “por si acaso” entré en la oficina de turismo. Me indicaron amablemente los puntos de interés, los mismos de mi lista, y una recomendación final  que decidí seguir, no sin desconfianza, pero que dejé para el final.

Cuando ya era hora de volver a Copenhague, antes de coger el tren que me llevaría de nuevo a la gran urbe, caminé por la ruta recomendada: un paseo por un jardín-cementerio camino de la estación.

A pesar de haber visitado cementerios “obligatorios” como el Père Lachaise mi primera vez en París, la Chacarita mi segunda vez en Buenos Aires y algún otro, la sugerencia esta vez me resultó un tanto extravagante. No la esperaba en aquella ciudad.

Confié en el amable hombre danés y entré en el jardín. Comencé a ver lápidas por aquí y allá, diseminadas entre los bonitos setos, los grandes árboles, las flores. No era un cementerio al uso, a lo que estamos acostumbrados normalmente por estos lares. Tampoco se parecía a otros que conocía.

Observé que la gente utiliza aquel espacio como vía verde para acortar el camino entre el tren y el centro de Roskilde.

El lugar tiene mucho encanto e invita a la serenidad; está perfectamente cuidado, integrado en la ciudad y es un sitio perfecto para el paseo, para relajar la mente y el espíritu.

Hacía tiempo había leído una recomendación a seguir con la gente de ambiciones ilimitadas, pero que te importa su bien. Esa gente que sólo fija sus metas en lo material y en una acumulación de bienes, prevendas y demás tan brutal que no tiene sentido; algo que nunca disfrutarán ni ellos ni sus herederos y además, que nunca podrán llevarse en la inevitable despedida final que nos va a tocar a todos y cada uno de nosotros, si o si.

La recomendación era, pasear por un cementerio. Suponía el autor que un paseo de tal calado haría meditar al ilimitado acumulador. Hoy, ahora, no estoy nada segura de que alguna gente pueda asimilar la filosofía que hay dentro de ese consejo.

02_Roskilde

Caminando hacia el centro de Roskilde

 

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Sencillo, bonito, sincero

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Sonia: 1936-2014 Roskilde

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Estatua en el jardin de Roskilde

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Entre setos de Lavanda. Roskilde

24_Roskilde

Cuando la vida se relaciona con la muerte

25_Roskilde

Roskilde

26_Roskilde

Camino al exterior de la tranquilidad. Roskilde

01_Roskilde

Entrada al jardín-cementerio de Roskilde

 

Hoy, con este paseo que hice en un pasado cercano, vuelvo al sosiego de aquel momento. Hoy, cuando todo a nuestro alrededor es resquebrajamiento y crispación, acusaciones múltiples y mucha falta de sentido común mezclado con falacias insostenibles, por muchos apuntalamientos que se les ponga, hoy es el día de recorrer esa ruta del jardín-cementerio.

Todo invita allí a la tranquilidad, a la introversión, al bienestar con uno mismo, os invito a pasear por el relajante jardín de Roskilde y a dejaros llevar por una senda de cordura, que diríamos en Galicia, de “sentidiño”. Cada uno que saque sus propias conclusiones.

 

Texto y Fotos: Luisa Vázquez

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Galicia en verano, arde en fiestas,el Carmen

Es una festividad que se celebra a lo grande en toda la Galicia marinera, aunque no siempre coincidiendo con el 16 de Julio. Cada lugar fija sus propias fechas.

Los sacrificados marineros acostumbrados al trabajo duro y a las inclemencias del tiempo, cuando no a los temporales, frecuentemente invocan a la virgen del Carmen para que los proteja en las adversidades; por esta razón las fiestas patronales de muchas localidades se denominan «Fiestas del Carmen» aún eligiendo otro día o mes del calendario.

Los pueblos, pueblecitos, las villas, se engalanan, así como también sus moradores. Y no solamente eso, sino que adornan su instrumento de trabajo, los barcos, con banderas, flores y verdes ramas. El ritual es el mismo en toda la costa, lo que varía es la «puesta en escena».

34_Barquita engalanada

Barquitos engalanados para celebrar la Virgen del Carmen

06_Con el balcon engalanado

Decorar balcones y ventanas contagia a todos del ambien festivo

Habitualmente comienza con una misa solemne al aire libre, que se celebra en el puerto, presidida por la Virgen. Terminada la misma comienza la música, los bailes y al mismo tiempo el atronador sonido de la sirena portuaria, que anuncia la  salida de la imagen en procesión hasta ser depositada en un barco que la paseará por la bahía seguida o rodeada de engalanados barcos.

En este momento se confunden la sirena con la banda de música, los grupos de tambores, panderetas y gaitas, mientras los hombres comienzan un vistoso baile portando coloridos arcos. El estruendo es importante, pero aun pareciendo extraño, se puede distinguir perfectamente cada sonido. El estrépito no parará hasta que la imagen haya sido embarcada.

Los hombres, por pares, forman una hilera portando cada extremo del arco, al mismo tiempo que bailan y los agitan. Dibujan danzando diferentes coreografías, ahora pasando por debajo de los otros arcos, después formando pares dobles, mientras dirigen asimismo sus pasos  hasta el muelle.

09_Baile con Arcos

Comienza la danza

17_Baile con Arcos

Vestimentas coloridas

14_Baile con Arcos

Dibujan diversas figuras en su recorrido

También pasará la imagen de la Virgen, bajo la tornasolada arcada al tiempo que la procesión avanza hacia el muelle. Llegado ese momento, los barcos se unen con sus sirenas a las del puerto.

63_Virgen para embarcar

La Virgen, preparada para ser embarcada, mientras suenan las sirenas

 

37_Barco Engalanado

Fiesta del Carmen, un día de fiesta muy especial

41_Procesion Marinera

Parte de las embarcaciones participantes en la procesión marítima

Es todo un espectáculo esta mezcla de homenaje, devoción y celebración.

Sugeriría a las personas que nunca han participado o asistido a una de ellas, que se acerquen y participen, ya que todo el mundo es bien recibido.

Son celebraciones genuinas, que no están dirigidas al turismo.Forman parte de la cultura popular y tienen el encanto de lo tradicional.

61_Virgen y Barcos

La patrona de los marineros a la izquierda, entre los arcos, antes de ser embarcada, mientras los pesqueros se organizan en procesión

 

En resumen, únete a al color de los trajes y la alegría de sus gentes, no te pierdas alguna de las muchas celebraciones del Carmen. Es verano, tiempo especialmente propicio para el esparcimiento y la diversión, y Galicia en esta época, arde en fiestas.

 

Texto y Fotos: Luisa Vázquez

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El Sol de Medianoche: Sensaciones

Fue el día del 16 de junio 2016 cuando el plan era navegar por el fiordo Holands; el paisaje era fantástico desde el principio. Cuanto más nos adentrábamos hacia el fondo del fiordo, comenzó a haber una luz que hacía que las montañas, las nubes, los árboles, las casas, todo, se reflejase en la impávida agua como si de un espejo se tratara. Era una continua sensación de sosiego, tranquilidad, con un escenario cambiante pero siempre sereno. Ningún tipo de embarcación navegando por aquellas aguas, nada que alterase el lento paso de nuestra embarcación.

IMG_1582.Holandsfjord

Entrando en el fiordo Holands

Después de varias horas, llegamos al destino deseado, el glaciar Svartisen, visible desde el final del fiordo. El glaciar es grandísimo, si se observa en un mapa, pero desde el agua, lo único que puede observarse es una lengua gruesa y helada que se detiene metros antes de tocar el agua.

Estuvimos allí detenidos, al menos una hora para poder disfrutar de la magnífica vista.

Los glaciares son preciosos e impresionantes. No es el primero que veía, tampoco el más grande ni el más impactante pero, de todos modos, muy bonito. Una tremenda masa de hielo agrietada que sigue montaña arriba hasta donde la vista alcanza y mucho más.

Como obsequio al interés en ver el compacto conglomerado de agua helada, la meteorología nos dio una tregua. Ya no soplaba el gélido viento ártico que nos había acompañado hasta nuestro destino y se pudo disfrutar en la cubierta al aire libre de la majestuosidad del Svartisen sin estar ateridos de frío y sin necesidad de gorros y guantes. Eso sí, las nubes tampoco quisieron perderse el espectáculo y permanecieron en sus posiciones aunque sin obstaculizar la visión.

IMG_1602.Glaciar.Svartisen

Mapa donde se observa el Glaciar Svartisen

IMG_1782.Glaciar Svartisen

Una lancha, para obtener fotos del glaciar, botada desde el barco, se ve enanita

Después de la hora larga prevista, navegamos el mismo camino a la inversa. Durante bastante tiempo, diría que un par de horas o quizá más, seguí contemplando la espléndida naturaleza salpicada de pequeñas casitas aquí y allá o alguna estación del Hurtigruten: el mítico sistema de correo por mar en pequeños barcos que conecta casi todo el litoral de Noruega, más de 2.700 kms de ruta, desde Bergen hasta Kirkenes y que comenzó a funcionar en 1893. Es un servicio diario de transporte que tarda seis días y medio en llevar el correo hasta el lugar más recóndito del país nórdico, aunque ahora también transporta pasajeros y carga, pero no en sus inicios.

Poco a poco, la cubierta del barco donde navegaba, antes llena de gente disfrutando el paisaje, se fue quedando vacía. Volvió el gélido viento, lo cual hacía que asomarse a una pequeña ventana abierta para tomar alguna foto fuese bastante peor que meterse en un congelador; al menos los congeladores no traen ráfagas eólicas.

No podía quitar mis ojos de aquellas altas montañas pobladas de cientos, miles de árboles, las imposibles carreteras estrechísimas zigzagueantes, y los reflejos sobre el agua del fiordo.

Desde ahí y hasta el final del periplo no paré de enamorarme de los paisajes,  siempre diferentes, a veces poblados bosques, otras tundras, cuando no inmensas rocas graníticas. Las pequeñas casas de madera de colores aisladas o pequeñísimos pueblos, la tierra de los miles de faros, en cada pequeña islita habitable o no, en cada cabo, en sitios mil. La ruta de los faros allí es casi misión imposible, hay demasiados.

IMG_1661.Holandsfjord

Aguas como un espejo

IMG_1668.Holandsfjord

Picos nevados y casitas cerca del agua

IMG_1798.Embarcadero Holandsfjord

Estaciones portuarias en relación inversa a la inmensidad de las montañas

IMG_1681.Fiordo Holands

Inmensos bosques que arropan pequeñas casas

En cuanto abandonamos el fiordo el paisaje era cielo y mar sin ningún aditamento.

Todos los días desde el comienzo del viaje y conforme me acercaba al Círculo Polar Ártico, estaba pendiente de la hora a la que se ponía el sol y a la hora que amanecía. Cada día se estrechaba más la franja horaria entre la puesta y la salida.

Aquel día, sentada en mi cabina, miré la información del puente del barco por el canal interno de televisión, donde se reflejan todos los datos de coordenadas por donde se navega, temperatura, hora a la que el sol se pone y cuando amanece. Eran casi las 12 de la noche.

Estaba despistada, había sido un día intenso y aún tenía en mi mente toda la belleza que había entrado por mis ojos aquel día. Vi que la pantalla ponía: Puesta de sol 12.00, Amanece 12,00. Pegué un brinco y salté de la cama: ¡por favor, hoy hay posibilidades de ver el sol de medianoche! Volví rápidamente a la cubierta al aire libre, donde ahora el viento era notoriamente más fuerte que por la tarde y la temperatura había bajado sensiblemente. Seguramente debido a ese viento, no había ni una nube, ni niebla, y siiiiiiiiiiiiii , había un sol redondo, espléndido, majestuoso, que bajó hasta la línea del horizonte por un momento e inmediatamente volvió a comenzar a subir. Brillaba como en pleno día y la sensación era extraña; yo estaba nerviosa, sorprendida e incrédula.

IMG_1868.sunset

Puesta de sol, a las 12.00

IMG_1867.sunrise

Amanece a las 12.00

Fue curioso, solo estábamos admirando aquel, para mí inédito fenómeno, menos de una docena de personas: 2 parejas haciéndose fotos mil, 3 alemanes y yo. Los alemanes también estaban entusiasmados por lo que habían contemplado. Me decían: » ¿lo viste, lo viste?». Es tan leve el momento de la transición entre la puesta de sol y el amanecer que o estás muy atento o no lo percibes.

A partir de ese momento comprendí por qué las guías turísticas recomiendan poner el reloj con la hora exacta; las guías no lo aclaran, pero la puesta de sol dura un suspiro. Deben de dar por supuesto que es algo que todo el mundo sabe, aunque obviamente no es así.

Acerca de este tema, escribía el Premio Nobel noruego, Knut Hamsun (1894) en su afamado libro de juventud, “Pan”: «La noche se acercaba de nuevo, el sol apenas se había sumergido en el mar y resucitó de nuevo, rojo, refrescado, como si hubiera ido a beber. » Podría sentirme más extraño en esas noches de lo que nadie podría creer…

La sensación la viví de manera similar a como el escritor la describe (esta cita la encontré a mi vuelta); es raro, es de madrugada y se puede leer con luz natural y por otro lado tienes una sensación de que no es hora de irte a dormir, incluso de repente, con la emoción del momento, no estaba cansada ni deseaba descansar. Fue emocionante.

IMG_1873.Sol Medianoche

El Sol de Medianoche. Foto tomada a las 00,09 a.m. 16 Junio 2016

Antes de comenzar mi viaje a Noruega, demorado en varias ocasiones por diversas razones, como si por algún arte maligno se me penalizase con la espera, pensé que el sol lo vería aproximadamente a la altura del Círculo Polar Ártico; fue un pensamiento fugaz, una intuición que se hizo realidad. Posteriormente mantuve la esperanza de repetir la vivencia, realmente me hubiese encantado,  ya que iba a estar durante días en latitudes donde se puede contemplar dicho momentazo; finalmente no fue posible. Días de nubes, a veces con unos rayos de sol que se colaban entre ellas, tiempo en el que se abría la esperanza de que el Astro les ganase la batalla, se fue quedando en esperanza; otras veces niebla densa.  Finalmente los días que pasé en las latitudes donde podría volver a embelesarme, la caprichosa climatología no lo permitió.

Me hubiese encantado una segunda vez, diferente cuando de antemano sabes cómo es. Ciertamente, no hubiese sido tan impresionante………….o quizás si; lo que es seguro es que lo hubiese saboreado de otra manera, calibrando los segundos.

La explicación del Sol de Medianoche es que la tierra rota sobre un eje inclinado respecto al Sol, y durante los meses de verano el Polo Norte está orientado hacia nuestra estrella. Es por esta razón que durante varias semanas el sol nunca se pone por encima del Círculo Polar Ártico. Pero, si como a mi me pasó, cada día el cielo se llena de nubes o niebla, efectivamente hay luz 24 horas, pero el impactante sol a las 12 de la noche no es visible.

Hermoso y cautivante el fenómeno de las 00,00 en una noche-día donde solo estaba el Astro Rey luciendo poderoso y un Mar en Calma. Despues vinieron 6 días de espera en el que su visibilidad quedó oculta; me sorprendió el primer día de los posibles y me dejó expectante los siguientes. De todos modos, fue una sensación que me dejó fascinada. ¡Gracias Sol por haber aparecido aquel día!

 

 

Texto y Fotos: Luisa Vázquez

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Cocina gallega. El gran cocinero Picadillo hoy sería chef (II)

Siguiendo con la biografía del gran cocinero Picadillo, seudónimo de Manuel María Puga y Parga, que comencé en la entrada anterior, la prosigo ahora en orden a completar tanto su obra gastronómica como para hacer una pequeña reseña de otras actividades destacadas de su vida.

Comenzó Picadillo sus recetarios con, “36 maneras de guisar el bacalao” , publicado en 1901,  recopilación de las recetas que publicaba los diarios “El Noroeste” y “El Orzán”. El bacalao en aquella época era un artículo popular, asequible a todos los bolsillos. Esa es la razón para incidir tanto en recetas relacionadas con el bacalao.

Posteriormente vería la luz en 1909 “El rancho de la tropa”, libro en el que describe recetas apropiadas para dar de comer a 60 soldados por 30 pesetas al día, que era el presupuesto disponible en el ejército para sus soldados, por aquel entonces. Se basaba en que un soldado debe estar bien alimentado y con unas dietas apropiadas para el tipo de trabajo que realizan; los platos contienen como ingredientes básicos carne y potajes, pero también, ¡como no!, recetas de bacalao. La idea era mejorar la alimentación de las tropas pero sin exceder el presupuesto. Toda una innovación para le época.

En 1913 publica “Vigilia reservada: minutas y recetas”. Corresponde a una época en que la España católica sigue a rajatabla las directrices de la iglesia en relación a las restricciones sobre comer carne durante la cuaresma.

En la introducción de “Vigilia reservada, minutas y recetas“, el autor dice:

20160420_Vigilia.Marco.

En esta introducción se observa su desenvoltura y gracejo

Es un punto de vista curioso, que el problema a evitar sea el de comer carne, cuando los menús que desarrolla son tan extensos que es casi imposible echarla en falta. Este es un ejemplo

Menú de la Comida

  • Percebes
  • Sopa bisque
  • Huevos Electra
  • Empanada de sardina
  • Filetillos de merluza
  • Crema Americana
  • Postres, etc.

Menú de la Cena

  • Huevos pasados, con picatostes
  • Lentejas estofadas
  • Lenguados fritos
  • Postres, etc.

Tampoco elude hacer referencia a los ingresos que obtiene por la venta de sus libros, y lo hace de manera desenvuelta y sin ocultaciones. Además él mismo los publica y distribuye.

Picadillo.Vigilia

Picadillo y sus ironías

“Vigilia reservada” fue el último texto gastronómico de Picadillo. Este recetario, con el paso del tiempo se ha convertido en un estudio sociológico. Es obvio que convierte la Cuaresma en un auténtico festín.

Uno se puede imaginar a los devotos de la época atiborrándose con almuerzos copiosos y cenas interminables, brindando alegremente, libres de pecado con la tranquilidad del que sabe que tiene asegurada una confortable y larguísima vida eterna.

Y siguiendo el tono jacarandoso del autor, el epílogo no deja lugar a dudas

Picadillo.Menu amplio.

Un epílogo en el que, con su singular estilo, resuelve cualquier duda sobre la vigilia

Ya sabemos que su libro más importante, es “La Cocina Práctica” aparecida en 1905. Es una escapatoria para huir de sí mismo, marcharse a paraísos mentales y olvidarse del régimen esclavizante a que se sometía, luchando contra su obesidad.

Hizo todo tipo de sacrificios para llegar a los 200 kg. pero solo consiguió los 220 kg.; 2 días a la semana solo ingería té helado y en general era frugal con su alimentación. Si asistía a un par de banquetes o abandonaba el régimen, volvía a los 260 kg. No es un glotón excesivo, sabe contenerse a tiempo, aunque sus extensísimos menús de vigilia nos lleven a deducir lo contrario.

Se rodeó de chascarrillos y anécdotas, graciosos sucedidos, que enmascaran al ser que se conduele de una anatomía que le resulta odiosa a la que no puede renunciar.

Picadillo.Comer bien

Su opinión sobre comer bien y la estética de la presentación de los platos

Nos podemos preguntar por qué 100 años después de la publicación de su mejor libro de cocina,  su memoria sigue viva en el recuerdo de sus conciudadanos. La respuesta es, que aporta simpatía, estilo coloquial, cercanía con el lector, cierta frivolidad de hombre mundano y la desenvoltura de hombre cosmopolita.

Manuel María Puga y Parga, además, fue un periodista versátil, que desde sus colaboraciones en los diarios, desgranaba un humor irónico de auténtico color gallego, para comentar y también criticar los avatares políticos que se cernían sobre la provincia, en aquellos momentos.

Mucho más tarde utiliza la misma técnica de comunicador eficaz, el inefable Carlos Arguiñano, divirtiendo al personal, haciéndolo reír. Pero Picadillo nunca desemboca en el chascarrillo facilón ni en la canción pegadiza; convierte en humorismo inteligente, en carcajada llena de talento, en alegría repleta de encanto, en literatura, cada uno de sus escritos.

Picadillo.Queridas lectoras

La forma de dirigirse a los lectores, mayoría lectoras, hizo de él una persona próxima

En el año 1913, su fama de tratadista culinario era indubitada, así que con esa fama como presentación, dirigió su actividad hacia la política. Tenía como plataforma de presentación los diarios en los que acostumbraba a publicar sus recetas, de modo que comenzó a desarrollar artículos que llevaron como títulos “Quiero ser Concejal” y más tarde “Primero Concejal que Ministro”, artículos que fueron tomados a broma, pero “iba en serio”.

Dada su popularidad, además de aportar buenos modales, nobles sentimientos y sentido de la ética, llega a ser concejal del Ayuntamiento de la Coruña. La gente le estima por su buen talante, es el estereotipo del gordo feliz y desenfadado.

Hubo que reservar 2 asientos para él, a los que se les había eliminado el reposabrazos que los dividía para que pudiese acomodarse.

Fue Alcalde de la ciudad en 2 breves períodos en 1915, del 13 de octubre a 31 de diciembre y en 1917, de 5 de julio a 27 de agosto. Dejó un excelente recuerdo en la memoria de las gentes, siendo homenajeado por más de 600 trabajadores de sociedades obreras de la Coruña, al haber mediado en conflictos sucedidos en aquel momento.

Basado en todos estos acontecimientos, se decidió a escribir ”Mi historia política”, el último y más entrañable de sus libros, mezcla político-biográfica y costumbrista a la vez.

Falleció el Sr.de Anzobre en 1918, a los 44 años, víctima de una terrible epidemia de gripe que asoló Galicia.

Picadillo.Entrada Pazo Anzobre

Entrada al Pazo de Anzobre

Los coruñeses están desolados con su muerte acaecida en su casa de la calle de la Franja, en la Coruña. Un forastero que paseaba por la ciudad se acerca a la multitud silenciosa y le pregunta a una mujer de negro: ¿Qué es lo que ocurre?  La mujer con ojos llorosos y compungida le responde: ¿es posible ,caballero, que Vd. no esté enterado de la gran desgracia? ¡ Ay, señor, se ha muerto Picadillo!. Así era de apreciado nuestro protagonista.

Habría que añadir, al hilo de esta historia que los viajeros que deseen entender Galicia, deberán circular por las vías de las empanadas, las carreteras de los mariscos y pescados autóctonos y los intrincados vericuetos del cerdo, especialidad de la Galicia interior. Habrán de saber navegar por los caldos y naufragar en el lacón con grelos.  Y aun así deberían explorar más vías principales y secundarias, ya que es imposible separar las especialidades del interior de las especialidades costeras ya que se aglutinan y complementan de manera indivisible. Por eso, de la mano de Emilia Pardo Bazán y sus tratados de gastronomía y más tarde con Picadillo, puede uno introducirse en los entresijos de nuestra cocina.

Finalizo aquí, esta pequeña biografía, con un posible epitafio que podría aplicarse a nuestro prócer: uno de los beneméritos gallegos que más han hecho por la felicidad de sus compatriotas. Un gran hombre grande, uno de los pilares de la cocina gallega, personaje único, irónico, divertido, ocurrente, un cocinero y gastrónomo al que hoy reverencialmente se le aplicaría la palabra chef.

 

Texto: Luisa Vázquez

Parte 1ª :Cocina gallega. El gran cocinero Picadillo hoy sería chef (I)

 

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Cocina gallega. El gran cocinero Picadillo hoy sería chef (I)

Con seguridad mucha gente conoce el concurso de tapas que anualmente se organiza en la Coruña, denominado “Picadillo”, aunque quizá no sea tan conocido el personaje que se oculta detrás del seudónimo.

Mi parcial conocimiento del cocinero ha desembocado en esta inmersión en una biografía que me ha resultado altamente entretenida. Cuanto más me he documentado para hacerla, más simpatía me iba produciendo el protagonista por su manera de ser irónica, desenfadada, hasta llegar a la idea de que me hubiese gustado conocer a tan peculiar personaje.

Manuel María Puga y Parga, nació en Santiago de Compostela el 12 Abril de 1874, hijo de un hidalgo gallego; esencialmente vivió su infancia y vida adulta en la Coruña. Se licenció en Derecho, vivió en Madrid, incorporado a la Dirección General de Penales, puesto al que renunciaría.  Pronto volvería nuevamente a la ciudad herculina al casarse.  Aceptó ser nombrado Juez Municipal de Arteixo, lo que le permitía vivir en su tierra. Y con el tiempo llegaría a ser concejal del ayuntamiento de la Coruña y posteriormente alcalde.

Además de todo su currículo anterior, destacó como ameno escritor costumbrista y de temas gastronómicos.

Un gran hombre, un hombre grande.

Picadillo.Retrato.2.

Manuel María haciendo gala de su buen humor

Desde su nacimiento se caracterizó por su gordura enorme. A los 8 años pesaba entre 70 y 75 kg. y de adulto llegó a los 275 kg. aunque él decía que pesaba 260. Obviamente no pasaba desapercibido.

Era una época en que la obesidad era signo de abundancia económica ¡cómo cambian los tiempos!. De todos modos, su gran peso no era el resultado de grandes comilonas, que también las disfrutaba, sino de un problema endocrino, imposible de resolver en aquella época.

Se sometió a un tratamiento para adelgazar en un sanatorio alemán. Su nefasta experiencia, al haber pasado muchísima hambre y para colmo no habiendo conseguido una disminución de peso remarcable, lo devolvió a su hogar frustrado y casi en los mismos kilos con los que había emprendido su marcha. Sin embargo, esta experiencia negativa, logró convertirla en una jocosa y chispeante historia dentro de su obra literaria.

Corría el año 1895 cuando comenzó a encargarse de la sección de gastronomía en el diario “El Noroeste” y también en “El Orzán”.  El resultado obtenido fue inesperado, ya que debido a ser un escritor ameno y magnífico era capaz de convertir la descripción de la elaboración de un plato en una narración atrayente. Además, entremezclaba sus recetas con anécdotas y divertidas historias locales, por lo que los lectores le otorgaron su favor.

Picadillo.Humor

Cáustica referencia a la delgadez del escritor Fernández Flórez y a si mismo por lo contrario

Como resultado del éxito obtenido hizo una recopilación de las mismas en un libro denominado “La Cocina Práctica”, publicado en 1905, cuyo prólogo fue escrito por la también ilustre escritora gallega y coruñesa Emilia Pardo Bazán, asimismo experta escritora gastronómica.

Picadillo.Portada 1968

Portada del libro, edición del año 1968, muy usado, heredado de mi madre

Según Emilia Pardo Bazán el éxito del libro es que: “eran recetas marinedinas añejas, platos del tiempo de mi niñez, sabores amigos”. (Marineda es un apelativo que la Pardo Bazán había acuñado para su ciudad natal). Es decir, comida tradicional espléndidamente recopilada a la vez que ampliada en base a sus investigaciones.

No eran recetas españolas y mucho menos francesas, muy en boga en la época. Y sigue escribiendo la Pardo Bazán: la monotonía horrible de la cocina francesa vertida al castellano en las fondas está proscrita de la cátedra de Picadillo, así demostraba ser una entusiasta de los fogones de nuestro ilustre gastrónomo. Además también reseña: “este es un libro práctico, un libro de cosas ricas”.

“La Cocina Práctica”, o “El Picadillo”, como se conoce popularmente, es sin duda es su obra gastronómica más notable. Se publicaron 17 ediciones, 8 antes de la guerra civil  (1936-1939) y otras 8 en la de la postguerra, habiéndose publicado la última edición en 1981. Actualmente hay una nueva del año 2001, que hace la número 17.

Picadillo.Portada 1981

Portada del libro en la edición de 1981

Al que hoy se llamaría chef, realmente le entusiasmaba cocinar, meterse en su cocina del  Pazo de Anzobre, cercano a la Coruña, donde tenía su laboratorio gastronómico, con todos sus utensilios de cocina, antes de que hubiese electrodomésticos. Fue un precursor de la cocina atlántica y junto con Emilia Pardo Bazán (nacida 1851) constituyen los pilares principales de la cocina gallega.

Se proveía de una excelente materia prima tanto en carnes, pescados, caza, legumbres y todos los productos producidos en Galicia; artículos de proximidad con lo que se aseguraba que todo fuese fresco y exquisito.

Otro de los secretos del sabor de las recetas estaba en el aderezo que utilizaba, principalmente hierbas “enxebres”, hojas de laurel, extracto de uces, abruños o anises silvestres. Un verdadero experto en botánica autóctona.

Las recetas sobre el besugo merecieron que el famoso autor Eduardo Pondal, autor de “Queixumes dos Pinos” (letra del himno gallego), le dedicase bajo seudónimo el siguiente himno:

Himno al Besugo

El libro de cocina, una novedad en aquellos años, frecuentemente formaba parte del modestísimo ajuar con el que nuestros paisanos de entonces iniciaban la aventura de la emigración, por lo que dio lugar a que nuestra cocina llegase a los más pintorescos lugares de la tierra, a donde siempre llegaba un gallego.

“La Cocina Práctica” fue la guía más importantes para varias generaciones de jóvenes gallegas y ha pasado a formar parte de la gastronomía española. Fue un best-seller regional en una época en la que no existían los best-sellers. Se considera una biblia culinaria a nivel regional.

Entre los años 1944 al 1961 se convierte en un libro escaso y muy buscado en las librerías de viejo y las primeras ediciones alcanzan precios importantes. El que tiene un ejemplar lo atesora y lo deja de herencia a sus hijas.  De hecho, yo tengo un ejemplar que perteneció a mi madre, quien me introdujo en el mundo del autor.

Es más, releyendo la receta de las croquetas que mi progenitora solía hacer ( nunca he vuelto a degustar croquetas tan exquisitas como aquellas), he reconocido que sigue en su totalidad las indicaciones del famoso recetario, con una pequeña variante.

En lo que se refiere al carácter, destaca su humor, ironía y desenfado con el que Manuel María se refería a si mismo, que ha dado lugar a más de una anécdota. Se denominaba a sí mismo como “el coruñés más enorme de cuantos se paseaban por sus calles”.

En una ocasión bajando por una calle de Santiago, una mujer llama a gritos a sus hijos para que salgan a la calle para ver al “hombre más gordo del mundo”; los hijos no se apuran en salir, así que la mujer insiste, y nuestro hombre, sin inmutarse le dice: “Señora, si quieren verme, que salgan pronto ya que llevo prisa”, como si con sus más de  200 kilos, tuviese la posibilidad de desaparecer rápidamente.

En otra ocasión llega a la ciudad un circo, que anuncia a bombo y platillo “vengan a ver al hombre más gordo del mundo”. Los espectadores salen decepcionados al constatar que el individuo que se exhibe en paños menores en la pista, pesa 60 kg. menos que su alcalde, al que podían observar todo lo que quisiesen paseando por la calle, con quien podían hablar, sin gastarse un céntimo.

Picadillo.Manuel Maria Puga y Parga

Retrato del insigne gastrónomo

Finalizo con estas notas de su humor, unos breves apuntes dobre el cocinero y gastrónomo que ocupa esta entrada. Hoy en día el género gastronómico tan rico y pujante, era en aquella época un territorio inexistente que pugnaba por abrirse camino entre las élites culturales. Hay que congratularse de la herencia que nos ha dejado D. Manuel María Puga y Parga, al que dedicaré una segunda parte, para referir sus otros libros, además de diferentes facetas de su vida, amén de más anécdotas,  ya que como decía al comenzar, es un personaje tremendamente polifacético.

 

Texto: Luisa Vázquez

Fotos: Archivos Públicos

Parte 2ª :Cocina gallega. El gran cocinero Picadillo hoy sería chef (II)

 

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¿Me echas una mano? Leyenda de la Galicia mágica

Si deseas sumergirte en el mundo de la magia, el misterio, el más allá y deseas ser transportado a espacios en los que los gallegos de las zonas rurales conviven con mucha naturalidad, a pesar de lo sorprendentes que puedan parecer algunas historias, concretamente ésta te cautivará o sorprenderá.

Forma parte de las leyendas gallegas sobre la Santa Compaña, brujas, meigas y todos los seres o espíritus que preferentemente aparecen durante la noche con diversos fines.

Mi abuelo era un gran conocedor de este tipo de relatos, y me encantaba escucharlo. Repetidamente pedía que me las contara, a pesar del pavor que me producían y que yo negaba tener.

161_Bosques mágicos

Imagina caminar entre los árboles del bosque de noche, cuando no había linternas

Para introducirnos en el ambiente, estos relatos siempre se sitúan en zonas rurales, en lugares con escasa población y que las personas, cuando lo necesitaban, se desplazaban a pie para ir a alguna villa cercana y a través del monte o de un bosque. En invierno, cuando hay menos horas de luz, si se camina entre las sombras que proyectan los árboles, además del sonido del viento silbando entre sus copas, en ocasiones el conjunto produce confusión o temor; hay que ser valientes para recorrer esos caminos en solitario.

Una de las historias de mi abuelo es la siguiente:

La gente del campo solía ser muy solidaria ya que todos necesitan de todos y siempre había que dar o solicitar ayuda en muchas circunstancias.

Era frecuente pedir “¿me echas una mano?” para subir una cesta y colocarla en la cabeza, que era una manera de transportar la compra o muchas otras cosas; para subir un haz de leña o de hierba.

Una señora, concretamente Marica (apelativo bastante frecuente en Galicia hace años para el nombre de María) fue un día a la villa, caminando, como solía hacerse.

Caminando de vuelta, cargada con el peso que llevaba, ya que había comprado muchas cosas, colocó la cesta en un muro bajo y se sentó a su lado para descansar durante un rato.

Le dolía mucho la zona lumbar porque Marica ya no era muy joven. Se demoró allí pensando que ya estaba cerca de casa y después, ya repuesta del cansancio, llegaría más rápido.

Aquel camino en donde se encontraba no estaba muy separado de las primeras casas del lugar y un poco más arriba del mismo muro donde estaba sentada, se situaba la iglesia de la parroquia.

Entretanto fue cayendo la noche pero Marica no tenía ningún miedo y como se encontraba bien, descansó un rato más.

Cuando se dispuso a seguir el viaje, murmuró: “¿no habrá algún alma de Dios que me venga a echar una mano?, ya que la cesta y toda la compra era pesada y volver a colocarla sobre la cabeza requería bastante fuerza.

No tuvo que aguardar mucho; por el camino vio venir una sombra, un hombre sin duda.

Le preguntó al hombre: ¿Me podría echar una mano para subir esta cesta?

El hombre se acercó a ella y calladamente, cogió la cesta y la puso en la cabeza de Marica.

“Que Dios se lo pague”, dijo ella agradecida. Y siguió su camino.

El hombre se quedó atrás y fue perdiéndose en las sombras de la noche.

Cuando Marica llegó a su casa, situó la cesta encima de la artesa de la cocina; quitó el paño blanco que la cubría y se dispuso a colocar las cosas que traía, cuando de repente dio un grito despavorida y retrocedió espantada.

Su marido corrió a su encuentro. ¿Qué te pasa Marica? ¿Qué hay en esa cesta que te da tanto miedo?

Volvió a acercarse a la artesa y se estremeció. En la cesta había ¡ la mano de un muerto!

A raíz de esta historia, que se cuenta como cierta, en lugar de pedir “Me echas una mano”, se suele decir “¿Haces el favor de ayudarme a subir…..?

Recuérdalo antes de volver a pronunciar esa frase, sobre todo si es por la noche.

81_Bosques mágicos

De noche y recorriendo las sendas del bosque, un escenario que llama al temor

Cuando mi abuelo me relata la historia debía de ser yo una niña de unos 7 años y por supuesto era de noche, después de la cena.

Aún puedo sentir la sensación de pánico recorriendo los pocos metros que había entre la cocina de casa de mis abuelos hasta mi dormitorio, totalmente a oscuras y con el claro objetivo de meterme en la cama rápidamente, como si eso me asegurase estar a salvo de todos los muertos, espíritus o lo que fuera que pudiese aparecer. Aquellos metros, que actualmente sé que eran pocos, en aquel entonces me parecían eternos y además aterradores, aunque no lo podía confesar ya que sino no me volverían a contar ninguna historia más.

Memorias de la niñez.

1ª Leyenda: Visita San Andrés de Teixido o sino……

Texto y Fotos: Luisa Vázquez

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Esther Ferreiro. Arte en Plata y Vidrio

 

La historia de esta mujer que trabaja como pocas la plata y el vidrio es como mínimo curiosa, como se irá viendo a través de esta narración.

Fotografía: L.Vázquez-Prego

Espectacular conjunto en plata y vidrio

Estudió Joyería en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago de Compostela. Asimismo cursos en la Escuela Gallega del Vidrio, aplicados a la Joyería.

Adicionalmente, otras especializaciones. Su interés por especializarse era tan importante que hasta llegó a suplicar la admisión en algún curso con artistas interesantes. Mujer con fuerza.

¿En qué consiste su arte?. Nos explica que este mundo es inmenso, diverso y las apariencias engañan ya que los precios del producto bruto pueden oscilar entre 20 y 200 € el kilo. Además también emplea lámina de oro y de plata para fundirlos con el vidrio, logrando unos efectos únicos.

Fotografía: L.Vázquez-Prego

Un original collar de plata y vidrio

Las piezas, después de ser trabajadas a mano una a una, van al horno para que liberen tensiones, lo que hace que la pieza sea resistente y no rompa aunque se golpee.

¿Cómo fueron sus comienzos? No muy difíciles realmente. Empezó con maquinaria de segunda mano y sin terminar el proyecto final, ya trabajaba en exclusiva para una tienda en Santiago.

¿Cómo ha sido su evolución posteriormente?. Actualmente invierte mucho en maquinaria para conseguir los efectos que su imaginación le sugiere.

¿Cómo es en la actualidad? Su trabajo y clientela ha ido extendiéndose. Además de proveer con sus obras diversos puntos de la geografía gallega, tiene una especial querencia por una Galería de Arte en Segovia, donde su trabajo es especialmente admirado y reconocido.

Su joyería llega a Suiza, donde su producto funciona a través de la consabida fórmula del boca a boca.

Lo mismo sucede con clientes fijos que pasan las vacaciones en la zona de la Costa de la Muerte y que son fieles año a año a sus adictivas piezas.

¿Dónde produce ? Su taller y la mayoría de la creación se realiza en Santa Comba (A Coruña), aunque también se la puede ver trabajar en vivo en un mini taller sito en el Castillo de Vimianzo (Ruta da Costa da Morte), así como disfrutar de una extensa exposición; si se desea, también comprar in situ sus creaciones.

Fotografía: L.Vázquez-Prego

Esther trabajando sus piezas con soplete

Comenta que a la mayoría de la gente le encanta ver toda la artesanía que hay en el Castillo, en un entorno privilegiado y la entrada es gratis; al mismo tiempo que se hace la visita, se puede disfrutar observando trabajar a diversos artesanos: telares, cestería, encajes, maquetería……….Arte sobre Arte.

¿Quien valora más su técnica? El día que la visitamos nos cruzamos con una excursión de belgas. Nos relata que en general los extranjeros son los que compran las piezas más caras, ya que comparativamente el producto fuera es mucho más caro y el vidrio es el mismo con las mismas técnicas.

¿Cuál es su fuente de inspiración? La naturaleza: árboles, flores, animales y el paisaje, ya que en un mismo paisaje hay 2.000 diferentes tonos verdes de nuestra Galicia, que confiesa le fascinan.

Los niños suelen quedarse como hipnotizados viéndola trabajar con el fuego y el vidrio, sin pestañear ni perder detalle. Será por eso que manufactura: mariquitas, búhos, pollitos, tortugas…….que los más pequeños adoran.

Llaman la atención unas piezas color marfil, que parecen realmente marfil, aunque es cristal con y sin vetas. Son fantásticas.

Fotografía: L.Vázquez-Prego

Piezas para todos los gustos

Regalos diferentes: 70 alfileres como obsequio de unos novios a sus invitados de boda. Únicas pero un lujo alcanzable.

¿ Anécdota? Hasta oídos de Lucio, de Casa Lucio en Madrid, el reconocido restaurador famoso por sus huevos fritos llegó un pin en forma de huevo frito. Y hay un run run de que va a encargar tan singulares objetos. Nos comenta: los hago “con puntillas” y “sin puntillas” como la realidad; y en muchas facetas: anillos, pendientes, gemelos, colgantes, pines, imanes. Esther domina la técnica Lucio.

Fotografía: L.Vázquez-Prego

¿Te gustaría un huevo frito como pendientes o sortija? Tipo Lucio, claro !!!

Como las hormiguitas, produce más en invierno, y esa será esa la mejor época para hacer encargos si se desean diseños adaptados al cliente.

Cree que es la única persona en esta autonomía que hace joyería en plata con vidrio. No es una artesanía masiva, sino exclusiva.

¿Qué le gusta de Galicia? Nos dice: todo. Está encantada de haber nacido y vivir aquí; concretando más, especialmente la gastronomía; tan rica, tan diversa.

¿Próximos proyectos? En preparación una exposición de piezas muy seleccionadas con un objetivo que por ahora no quiere revelar.

Además otro proyecto en fase de prueba………………..se verá cómo sale la prueba, pero si esa no le convence, tendrá más ideas porque es una persona dinámica, que no se detiene con facilidad.

Los enrevesados caminos del destino. Esther estudió Secretariado, y decidió opositar al Ministerio de Justicia, pero llegó tarde; con las oposiciones a la Xunta, el mismo resultado. Posteriormente intentó hasta dos veces otras pruebas para otra institución, que también fueron intentos fallidos.

Entonces, un amigo le comentó los cursos de Joyería y ahí comenzó todo, mientras trabajaba en el Hospital del Sergas como Administrativo.

A veces, hay que dejar que la vida te lleve por su sendero, en lugar de imponerle el tuyo, ya que de vez en cuando, la vida tiene razón.

Fotografía: L.Vázquez-Prego

Os presento a Esther

Os presento a Esther Ferreiro, la Joyera, la Artesana, la Creativa, sentada cerca de una peculiar ventana del Castillo de Vimianzo. Vale la pena conocer el Castillo, vale la pena conocer a Esther.

 

Texto y Fotos: Luisa Vázquez

 

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