He estado bastante tiempo fuera, viajando, navegando, una de las cosas que más me gusta hacer. Volví muy cansada y con un resfriado triple que pillé en el Mar Antártico, así que aunque no paré de pensar en subir un post, francamente no podía.
Hoy estoy encantada de compartir con vosotros mi experiencia de principios del recién estrenado año, visitando las islas Falkland o Malvinas, según las se refieran a ellas los ingleses o los argentinos.
Debido a la controversia que existe sobre esa zona sólo voy a relatar lo que viví, experimenté y un poco de historia. Lo que el futuro depare a esas remotas islas está por ver.
Están localizadas en una prolongación de la plataforma continental patagónica, en una remota parte del Océano Atlántico sur. Terreno accidentado y una costa de acantilados, cientos de pequeñas islas e islotes, donde están situadas granjas de ovejas y abundantes colonias de pájaros.
El tipo de vegetación es tundra. La tundra es un tipo de bioma propio del clima subglacial caracterizado por el subsuelo helado y la ausencia de árboles. Se trata de terrenos llanos, con el suelo cubierto de musgos y líquenes. Se puede apreciar en las fotos.

Campo a través por las Islas Falkland o Malvinas

Musgo y líquenes como plataforma y mucha agua bajo ellos

Uno de los muchas trampas para 4×4 donde puedes quedarte atascado
Campos de Minas: Después de la guerra de 1982, a la que después me referiré, quedan muchos campos de minas. Se han ido retirando las que se pudieron y el resto están señalizadas con balizas que no se pueden sobrepasar. ¿Por qué no se han retirado todas? Además de otras posibles razones, el complejo suelo de las islas hace que las minas se vayan moviendo, son difíciles de estabilizar y por lo tanto de quitar. Así que allí siguen los campos minados.
La primera noticia acerca de estas tierras la tenemos a través de Américo Vespuccio, en 1502, quien dijo haberlas avistado. En 1592 el inglés John Davis, confirmó el avistamiento de las islas.
En 1690, el capitán inglés John Strong, pone nombre al canal que divide las islas en honor del tesorero de la marina Lord Falkland. No obstante, en 1764 Louise Antonine Bouganville las reclama para el rey francés Luis XV.
En 1767 la colonia francesa es transferida a España tras el pago de 25.000 Libras de la época. Todo un dineral. En 1806 el gobernador español se retira de Puerto Soledad, como así se había denominado el lugar, ya que necesitaba todas las tropas disponibles para las insurrecciones de aquella época en Montevideo.
En el año 1828 Luis Vernett, mercader de Hamburgo, establece un asentamiento en las islas, después de una aprobación de las autoridades inglesas y argentinas.
En 1833 los británicos reclaman la soberanía después de que Charles Darwin echara el ancla en ellas tras su incursión en el canal de Beagle.
Quizá algunos recuerden que en 1982 los argentinos reclamaron la soberanía en una guerra que duró 10 semanas, durante las cuales hubo 649 bajas entre los militares argentinos, 258 bajas de militares británicos y murieron 3 isleños.
Actualmente Malvinas o Falkland están bajo el dominio inglés, con su capital puerto Stanley, situada en la isla del Este, la más grande, y con un gobernador al que a partir de la guerra de 1982 se le recortaron los poderes decisorios.
¿Cómo es la vida de sus moradores? ¿A qué se dedican?
La economía de las islas fue desde 1870 a 1980 fue la pesca ballenera y de focas, así como aprovisionamiento de barcos.
Las cosas cambian a partir de 1980, se incrementa la presencia de pesca comercial y servicios a la industria de la pesca. Por supuesto también a la agricultura, en la que los locales engloban la producción de lana de oveja. Nada más ni nada menos que 1.700 toneladas de lana se produjeron en los años 2015-2016.
Se realizaron estudios para ver si había posibilidad de encontrar petróleo en 1996, pero las prospecciones dieron como resultado que no en cantidad suficiente para su explotación.

Subir siempre es más fácil, tener un coche limpio, imposible

Todo es llano pero no por eso fácil de circular por ese terreno con mucha agua bajo la superficie

Pocas vacas, pero muchas ovejas

No parece muy fácil vivir en estos parajes

El barro de los 4×4 anteriores se pega en nuestras ventanillas

Situación de las Islas Falkland o Malvinas en el sur del Atlántico
Actualmente y seguramente para muchos sorprendentemente, ya que para mí fue una sorpresa, el turismo está tomando forma en la zona.
La visita no es facilita. Primero hay que llegar hasta allí, yo lo hice en barco, pero también disponen de un aeropuerto.
El barco, a no ser los muy pequeños, no puede atracar en el puerto, ya que no tiene calado suficiente, así que se baja a tierra en botes. Normalmente es bastante complicada la bajada a tierra por el fuerte oleaje. Afortunadamente el 1 de Enero el océano estaba bastante tranquilo y se pudo llegar a puerto en 18 minutos a su capital, puerto Stanley. Habitualmente lleva más tiempo y con más complicación.
Había contactado con un granjero que tiene jeeps para poder recorrer la isla y de paso poder observar pingüinos Rockhopper, los pingüinos de penacho amarillo o saltarrocas.
Somos 4 jeeps 4×4 los que nos trasladamos con 4 conductores durante casi una hora campo a través hasta llegar a la pingüinera. Allí todo es muy rústico y no iba a ser menos la conductora del 4×4 en el que iba yo.
Está encantada con la posibilidad de enseñarnos a pingüinos Rockhopper, por los que parece que tiene mucha simpatía y les adjudica mucha personalidad. Es divertido ver una persona tan entusiasmada de conducir por aquellos andurriales tan infernales, dando botes, arriba, abajo y girando la cabeza 360º como “la niña del exorcista” (frase que no es mía sino de otra viajera en otro de los 4×4).
Nosotros vamos los últimos, los otros 3 jeeps delante, en fila, pero nosotros no seguimos a los otros 3. Nuestra conductora sigue su propia ruta, cerca de los demás, pero no rodando por donde ellos ruedan. También me fijo que nosotros damos muchos menos botes que los 4×4 que van delante, aunque de botes vamos sobrados. Cuando le pregunto que por qué no sigue la misma ruta que los otros jeeps, responde: porque no soy buena seguidora. Ja!, después dicen de los gallegos. Lo que se llama una salida por la tangente.
Y así seguimos, botando, hasta llegar a los pingüinos. El paisaje es siempre más de lo mismo y como la comprobación del terreno ya estaba testada, nos alegramos de bajar de aquella batidora.
Finalmente, el avistamiento de la pingüinera hace que te olvides del largo e imposible recorrido. Asombrada estoy de haber podido hacer alguna foto mientras estábamos en ruta. Terminaré mi visita a las islas con el resto del relato y más fotos en la parte 2. Os dejo con alguna de las fotos de los pingüinos

Pingüinos Rockhopper de penacho amarillo o saltarrocas. Multitud de ellos aún son bebés

Rockhopper, pingüinos con personalidad

Una familia Rockhopper, los bebés aún no tienen cresta ni otros elementos adultos

Rockhopper, de frente o de lado, siempre curiosos de ver

Te ayudo y te quiero para siempre, así son los pingüinos

Rockhopper en alerta

Rockhopper y su característica cresta
Con retraso, pero no con menos entusiasmo que si fuese el mismísimo día 1, en el que yo estaba tan entretenida y movida, os deseo un ESPLÉNDIDO AÑO 2018. LO MEJOR DE LO MEJOR PARA TODOS VOSOTR@S EN ESTE AÑO QUE YA HEMOS ESTRENADO. BESOS MIL.
Parte 2 : Un día en Islas Falkland o Malvinas (2)
Parte 3: Un día en islas Falkland o Malvinas (y 3)
Texto y Fotos: Luisa Vázquez
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por dònde no has estado, Luisa!!! hay que hacer un post: lugares que aun me esperan. y también: 10 razónes por qué nunca iré a… 🙂 felicitaciones!!! invidiable viaje, excelente post!!!
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Haber ido a Malvinas, cosa que nunca pensé, me encantó y como experiencia de 1 de Enero todavía más.
Aunque no lo parezca, no he estado en Perú, jajaja. En compensación, estuve en Rusia, y específicamente en San Petesburgo 2 veces, donde me encantaría volver una tercera.
Me alegra que te haya gustado este post tan fresquito. Porque si, hacía mucho frio.
Besos de principio de año. 🙂
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oh, viví 10 años en San Petersburgo y de allá partí a Perú. una ciudad con mucha personalidad 🙂 respecto Perú, must have, must have 🙂 ya tienes donde hospedarte jejejej 🙂
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I know, it’s a must.
Sería mucho más que un hospedaje, sería una maravilla y muchas risas. 🙂
¡Seguro!
Gracias por tu amabilidad y generosidad
Besossssss
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🙂 🙂 🙂
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Da gusto ‘viajar’ contigo, eres una excelente cicerones, no dejas nada atrás. Voy a por la segunda parte.
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Jajajaja, muchas gracias.
Si cuento todo, todo, todo, seguro que os dormiría. Entonces me contrataría la Seg. Social para ahorrarlo en pastillas. 🙂
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Ande vamos a parar, mejor dormirse contigo que con la química 😉
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No sé, no sé. jajajaja.
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Pingback: Un día en islas Falkland o Malvinas (y 3) | Si, Soy Gallego
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Muy interesante Luisa. Esta fue la primera vez que vi un mensaje sobre las Islas Malvinas. Tus fotos mostraron cómo es la vida allí. Un poco desolado, supongo.
¡Que tengas un buen día! Matti
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Hola Matti. Me alegro de que te parezca interesante. Para mi fue una de las etapas más ilustrativas del viaje.
Me gustó mucho por el desconocimiento general sobre esas islas.
La palabra desolado lo describe muy bien.
Buen dia !!!
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Muchas gracias por compartir tus aventuras por esos parajes tan lejanos.
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Encantada de hacerlo con lectores como tú.
Un saludo
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Excelente post, no sólo sentí que viví la travesía en cada parte del viaje, sino me contagió la emoción de poder ver a los pingüinos en las fotos, dicho sea de paso, excelente fotografía. Muchas gracias por compartir tus experiencias. Espero puedas venir a Perú a conocernos, saludos!!.
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Muchísimas gracias por tu comentario Raúl. Si he logrado transmitir todas esas emociones, la emocionada soy yo.
Me encanta que te gusten las fotografías.
Desde aquel maravilloso día que por casualidades del destino hicimos una rápida visita junto a un graciosísimo grupo Viña del Mar y Valparaíso, Perú está en mi lista de visitas. Fué un día genial y sólo puedo sonreir cada vez que lo recuerdo.
Iré a Perú y ya sabes a donde tienes que venir tu.
Abrazos desde la verde Galicia. 🙂
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Me alegro mucho de verte Louisa por aquí otra vez. Y gracias por compartir esta belleza.
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Muchísimas gracias Junior.
Una gozada ser tan bien recibida a mi vuelta, un lujazo.
Estoy encantada de que te guste esta pequeña muestra de lo que dió de si el 1 de Enero, que continúa.
Te visitaré en breve.
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